La etiqueta y las buenas costumbres son conceptos que se adaptan en el tiempo y el espacio, subjetividades compartidas, susceptibles a la crítica y siempre dependientes de la evolución social.
Las tendencias actuales parecen obligarnos a tomar partido y adoptar posturas, mientras ejercemos nuestro derecho de individualidad es importante recordar el espacio que les corresponde a los demás y el entorno en el que pretendemos innovar, si bien es cierto que casi todo es posible, también lo es que hay maneras más sencillas, amables y efectivas de alcanzar objetivos que aporten, cuiden y mejoren la comunidad.