Las estadísticas no mienten, de hecho muestran claramente la dirección en la que van las cosas, y en esta época de elecciones no son solo los candidatos los que compiten por el primer lugar, también los medios y las tecnologías involucradas con la transmisión están reconfigurando su público. La audiencia del segundo debate presidencial entre Clinton y Trump, fue claramente mayor en medios digitales que tradicionales, YouTube reporta más de 120 millones de espectadores globales, mientras que la televisión tradicional sólo alcanzo la mitad; la audiencia en los canales digitales creció también un 40% sobre los número alcanzados durante la transmisión del primer debate.
Adicionalmente mucha gente lo vio en Facebook, twitter, y portales especiales de las cadenas correspondientes, no existen datos públicos que permitan englobar cifras para hacer comparaciones directas, pero el resultado es claro y el futuro esta aquí.
Nadie se cuestiona el hecho de que la comunicación digital además de ser altamente medible, es la primer fuente de búsqueda para el usuario final, los medios tradicionales enfrentan un gran reto que seguramente superarán, si acceden a cambiar esquemas, aumentar y medir objetivos, además de ajustar las tarifas involucradas mientras crecen los beneficios recibidos. En la era digital, importa no solo lo que se ve, también lo que se mide.