El narcisismo se define, en algunos casos, como una situación patológica* causada por el exceso de ego y autoestima. Mitológicamente Narciso es culpable de la muerte de Eco, una ninfa perdidamente enamorada de el, quien sumida en la tristeza por su rechazo se consume por completo, el castigo de este desafortunado humano fue enamorarse de su propio reflejo y ahogarse intentando alcanzarlo, para luego convertirse en flor.
Actualmente los lagos digitales atrapan en sus redes (sociales) las imágenes con las que las alimentamos, selfies que no podemos dejar de admirar y que insistimos en compartir, una interminable carrera que necesita de continua validación externa recompensada con elogios, likes y shares.
Las personalidades narcisistas invierten más en su apariencia, generalmente con resultados positivos en términos de aceptación y validación, lo que les permite, conforme a recientes estudios, tener resultados sociales más exitosos, y alcanzar objetivos de corto y mediano plazo, por supuesto el nivel de compromiso personal es un tema completamente distinto e independiente al tema de la apariencia física, pero la tendencia coincide estadísticamente con el índice actual de divorcio.
Por otro lado es perfectamente factible mantener una actitud funcional donde una sana dosis de ego impulse y consiga objetivos, aporte a la persona, la familia y la comunidad para generar y compartir energías, para alcanzar metas comunes y mejorar el entorno.
No hay fórmulas ni medidas exactas para determinar comportamientos adecuados, tu vida y decisiones dependen de ti, igual que las recompensas y consecuencias producidas por las mismas, lo único necesario es saber quienes somos y que queremos, adicionalmente es bueno recordar que no afecta cuidar a los demás y considerarnos unos a otros en el proceso.
