Cuenta la leyenda que cuando la tierra acababa de ser forjada, era un lugar silencioso e inhabitado. Un día Nüwa llegó a su sitio favorito un llano pleno de nostalgia junto a un tranquilo río, atraída por sus destellantes aguas, sumergida con sus sonidos rítmicos, hizo una pausa para observar su propio reflejo. Y en ese instante se dio cuenta lo que faltaba en ese desolado mundo.
Nüwa se puso de rodillas y recogió tierra amarilla, comenzó a amasar pequeñas figuras parecidas a ella. Una tras otra, las personitas se pusieron de pie y danzaron. Sin embargo, se dio cuenta que esta tarea seria lenta y trabajosa para las ambiciones de Nüwa. Tomo una rama de Sauce que estaba cerca y con rápidos movimientos, salpico varias gotitas de barro. Cuando estas gotas tocaron el suelo, cada una de ellas se convirtieron en personas que instantáneamente cobraron vida. Así el mundo se pobló y dejo de ser inhóspito.
Las personas creadas por Nüwa vivieron felices llenos de recursos, pero no por siempre. Poco después se vieron plagadas de feroces incendios, devastadores inundaciones y atacadas por terroríficas bestias. Los 4 pilares que sostenían el cielo se derrumbaron, el cielo se rasgó y la tierra se partió. El planeta comenzó a inclinarse hacia el sudeste (cuenta la leyenda que esto fue lo que causó la inclinación axial de la tierra, que los cuerpos celestes orbiten hacia noroeste, que el paisaje de China sea más alto en las regiones occidentales, y que la mayoría de los ríos fluyan hacia el sudeste).
Y llegó la poderosa Nüwa al rescate fundió una aleación de 5 piedras de colores: azúl, amarrillo, rojo, blanco y negro -este quinteto representaba la esencia de los cinco elementos: madera, fuego, tierra, metal y agua. Usando este mortero mágico, Nüwa paso 9 días remendando el cielo. Luego sacrifico las patas de una tortuga gigante para remplazar los pilares del cielo. Nüwa viajó a lo largo y a lo ancho sofocando fuegos, inundaciones y demonios. Finalmente restauro la paz y sus hijos pudieron volver a bailar y cantar.
El legado de Nüwa
Nüwa suele ser colocada entre los tres soberanos fundamentales de la Mito historia China. Es creadora y protectora, ella formo el matrimonio entre el hombre y la mujer y así se convirtió en la patrona de la fertilidad y el nacimiento. Invento antiguos instrumentos musicales como la flauta de calabaza hulusi, la flauta de bambú y la flauta de junco. Junto a su esposo Fuxi restauro el orden en el mundo y restableció la vida de los seres humanos.
La antigua China era una tierra donde los dioses y mortales convivían creando una cultura inspirada en lo divino.
