Un poco de observación organizada puede llegar muy lejos, es común que sintamos la necesidad de avanzar en tareas específicas y obtener resultados inmediatos, más dañino aún y bastante común también es fijarnos metas basadas en expectativas que están poco relacionadas con la realidad de nuestras circunstancias inmediatas, este tipo de situaciones generalmente nos provocan stress, mal humor, frustración y hasta depresión.
La velocidad en la respuesta no siempre es tan importante como la calidad de los resultados y si bien es cierto que más vale una reacción oportuna que una acción tardía bien planeada, también lo es, que la mayor parte del tiempo no estamos jugando soccer y no hay peligro inminente y continuo de gol… así que tomate un poco con más calma el día, plantea objetivos asequibles y apuéstale a resultados duraderos que te permitan construir sobre ellos y mejorar los resultados, el análisis, la planeación, la dedicación y la constancia materializarán eventualmente cualquier resultado lógico que coincida con las condiciones de su realidad inmediata.